dimarts, 11 de novembre del 2008

DEATH PROOF

El día en que las chicas apredieron a conducir

Las religiones, como todo, necesitan "pruebas de vida", como decía Russell Crowe, para recordarnos por qué confiamos en ellas, para qué tanta confianza y fe. Y es que el tiempo borra las pasiones con las que antes defendíamos con tanto fervor nuestros mitos.

Estas pruevas, pues, hacen que nos demos cuenta de que aquellos esfuerzos que pusimos en esperar y en confiar a ciegas han valido la pena. A Tarantino se le espera, se confía en él y él, de vez en cuando, da pruebas de vida, de una vida saludable aun con la grasa adyaciente a la cultura americana, y de una vida sobretodo marcada por una genialidad y un talento imposibles de destruir. Señores, no hay kriptonita capaz de hacer caer del pedestal al Super Quentin!!!

Death Proof , 2007, "The Grindhouse"

Había una vez un loco...

Desde El diablo sobre ruedas (1971), nadie había sabido sacarle tanto jugo a una película de persecuciones automobilísticas. Los grandes saben que jugar con fuego es complicado, pero que también es cuando salen ilesos de estas hazañas cuando demuestran lo que realmente valen. Spielberg demostró que un director mítico es ese que en determinada películas clave te hace percibir su valor haciendo que aprecies su trabajo mientras piensas que nadie podría haberse encargado de una tarea como la que acaba de llevar a cabo. Nadie más que Spielberg podría haber aguantado más de veinte minutos una trama consistente en un hombre en un coche perseguido por un camionero loco. Ni menos, ni más, tampoco. Nadie más que Peter Jackson podría haber hecho una megasuperhiper producción como la de Los anillos rodando simultáneamente la primera, la segunda y la tercera parte y conseguir que, aun así, el cast estuviese tan agusto y de buen rollo que se tatuaran lo mismo en plan pacto de sangre. Nadie como Woody Allen puede conseguir hacer películas magistrales, alternándolas con bodrios, pero consiguiendo siempre que salgas del cine pensando: "Bueno, es de Woody, no es que sea mala, será que no la he entendido". Y nadie como Tarantino puede tocar el género que le dé la gana consiguiendo que sea una obra de arte.


"Un poco de John Ford por aquí... un poco de Kurosawa por allá... Y... Creo que he dado con la fórmula perfecta de la película infalible!"

¡¿Qué tiene de bueno Death Proof (A prueba de muerte)?! Bueno, utilizando paralelismos, que siempre queda como que te has currado mucho más la crítica, que es una peli a prueba de aburrimiento, sobretodo la segunda parte de la peli. La primera parte te pone en situación, te enseña por dónde irá la peli (o por dónde pretende que creas que va a ir). Diálogos tarantinianos con mucho taco y mucha mala hostia en forma de lazos de amistad profunda. Mucha tía buena, y mucha más música buena, de culto, y muchísima más referencia cinematográfica, porque que no se olvide que Quentin es el que más sabe de cine del lejano oeste.

La segunda media parte, pero...

BRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR

"Tengo el último número del Vogue Italiano..."

UA!!! Taquicárdica! Tarantino, defensor de la mujer, nos propone Kill Bill 2 (pero no de volumen), sin una mujer tan superheroína, sino com tías más de estar por casa, pero con las mismas ganas de demostrar de qué está hecha la mujer del siglo XXI. No pienso hacer tampoco apología del feminismo, sólo decir que si queréis gastaros la pasta haciéndolo worth it, id a ver la peli, las tías tenéis una buena dosi de reverencia al nuestro sexo, y los tíos un buen aparador de culos perfectos, tías buenísimas y curvas sin parar (literalmente). Y todos contentos.